By Daniela Racines, Communications Coordinator
Imagine facing the end of the month with the unsettling realization that your hard-earned salary won’t stretch far enough to fill your home’s pantry. It’s a distressing scenario, one that resonates with hundreds of families, especially immigrants and vulnerable groups in Georgia, who grapple with this reality week after week.
In recent years, before, but especially since the COVID-19 pandemic began in 2020, families’ economies have been severely impacted. Many lost their jobs, others had their work hours reduced, and even in the most severe cases, family members became very ill and the loss of a primary breadwinner have left many households grappling with economic hardship.
Imagine facing those challenges and then some additional barriers that limit your ability of using current anti-hunger resources: Lack of transportation (maybe you are too poor to own a car, or cannot get a Drivers’ License due to restrictive state laws or you don’t have access to public transportation in miles), maybe you don’t speak English well or you don’t have documentation required by the organization with resources (like a State ID, like a consistent paycheck or an employment document). Maybe you don’t know how to feed your kids with the food offered because you are not familiar with it or what you receive is incomplete for you to prepare a meal.
You don’t have what you need to access a food bank or pantry, but you are still hungry.
There must be another way. There must be a better way.
For two years, and after hundreds of hours of conversations with community members, the Latino Community Fund (LCF Georgia) decided to explore alternative ideas more aligned with community values and traditions.
As a way to alleviate the hardship faced by many of our immigrant families and as a pilot anti-hunger program for better and more sustainable ways to support families in crisis, “La Bodega,” is born. A transformative initiative that goes beyond being just a food pantry.
“La Bodega” aims to be more than just a source of provisions; it’s designed to be a haven for families, offering fresh, culturally appropriate products free of charge to 15 selected families for an entire year. The project is built on the foundation of familiarity, fostering an environment where families feel safe, free, comfortable, and happy to visit each week.
The commitment of “La Bodega” is to deliver food with the dignity that every human being deserves, irrespective of their place of origin, language, religion, sex, or immigration status. This project stands as a beacon of hope, countering hunger and fostering community building.
The initial phase targets 15 families identified through direct communication channels based on data collected by We Love Buford Highway during community food distribution fairs. Selection criteria consider factors such as the urgency of food access, participation in government programs like SNAP, and individual family needs.
The Collaborative Effort
La Bodega” officially opened its doors on December 11, 2023 and is managed by We Love Buford Highway, a local community organization with 3 years of experience of community distributions and emergency relief in the area. LCF Georgia invested from its own funds and was matched financially by the United Way of Greater Atlanta and MAZON, A Jewish Response to Hunger. Additional support and services are provided through partnerships and a feedback loop involving various organizations and local governments. Goodr has an annual contract to provide culturally appropriate food inventory.
We look forward to the impact, outcomes and learnings of La Bodega!!!
If you have questions, or want to support, please email Daniela@LCFGeorgia.org
ESPAÑOL
“La Bodega” es mucho más que una despensa de alimentos
¿Qué siente al pensar en que este fin de mes su sueldo no le alcanzará para comprar la despensa de su hogar?… ¿Miedo, angustia, desesperación? Bueno, esta no es una realidad muy lejana. De hecho, cientos de familias, sobre todo familias inmigrantes y de otros grupos vulnerables en Georgia, se enfrentan a esta situación semana tras semana.
Durante los últimos años, especialmente desde el 2020, cuando inició la pandemia por COVID-19, la economía de las familias se afectó de muchas maneras. Muchos perdieron sus trabajos, a otros les redujeron sus horas de trabajo, e incluso, en los casos más severos, muchas personas murieron o quedaron muy enfermas, y muchas eran cabeza de familia. Es decir, estos hogares se quedaron sin la persona que mantenía a la familia.
Imagínese enfrentar esos desafíos y luego algunas barreras adicionales que limitan su capacidad de utilizar los recursos actuales para combatir el hambre: falta de transporte (tal vez no le alcance para tener un automóvil, o no pueda obtener una licencia de conducir debido a leyes estatales restrictivas o no tiene acceso al transporte público en kilómetros), tal vez no habla bien inglés o no tiene la documentación requerida por organizaciones con recursos (como una identificación estatal, un cheque de pago consistente o un documento de empleo). Quizás no sabe cómo alimentar a sus hijos con la comida que le ofrecen porque no la conoce o lo que recibe está incompleto para preparar una comida.
No tiene lo que necesitas para acceder a un banco de alimentos o a una despensa, pero aún tiene hambre.
Debe haber otra manera. Debe haber una mejor manera.
Durante dos años, y después de cientos de horas de conversaciones con miembros de la comunidad, el Fondo Latino Comunitario (LCF Georgia) decidió explorar ideas alternativas más alineadas con los valores y tradiciones de la comunidad.
Como una forma de aliviar las dificultades que enfrentan muchas de nuestras familias inmigrantes, así como un programa piloto contra el hambre para encontrar mejores formas y más sostenibles de apoyar a las familias en crisis, nace “La Bodega”. Una iniciativa transformadora que va más allá de ser sólo una despensa de alimentos.
“La Bodega” pretende ser algo más que una simple fuente de provisiones; está diseñado para ser un refugio para las familias, ofreciendo productos frescos y culturalmente apropiados de forma gratuita a 15 familias seleccionadas durante todo un año. Este es un proyecto basado en la familiaridad, en crear un espacio donde las familias se sientan seguras, libres, cómodas y felices de visitar cada semana.
El compromiso de “La Bodega” es entregar alimentos con la dignidad que todo ser humano merece, sin importar su lugar de origen, idioma, religión, sexo o condición migratoria. Este proyecto es una luz de esperanza que contrarresta el hambre y fomenta la construcción de comunidades.
La fase inicial se dirige a 15 familias identificadas a través de canales de comunicación directa basados en datos recopilados por We Love Buford Highway durante las ferias comunitarias de distribución de alimentos. Los criterios de selección consideran factores como la urgencia del acceso a los alimentos, la participación en programas gubernamentales como SNAP y las necesidades familiares individuales.
Un esfuerzo colaborativo
“La Bodega” abrió oficialmente sus puertas el 11 de diciembre de 2023 y es administrada por We Love Buford Highway, una organización comunitaria local con 3 años de experiencia en distribuciones de recursos comunitarios y ayuda de emergencia en el área. LCF Georgia invirtió con sus propios fondos y recibió financiamiento de United Way of Greater Atlanta y MAZON, A Jewish Response to Hunger. Se brinda apoyo y servicios adicionales a través de asociaciones y un circuito de retroalimentación que involucra a varias organizaciones y gobiernos locales. Goodr tiene un contrato anual para proporcionar un inventario de alimentos culturalmente apropiados.
¡¡¡Esperamos con ansias el impacto, los resultados y los aprendizajes de La Bodega!!!
Si tiene preguntas o desea ayudar, escríbanos a Daniela@LCFGeorgia.org
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